domingo, 30 de octubre de 2011

5.Comienza la vuelta al Sol

Hoy, durante el desayuno, mis padres decidieron tener una plática conmigo acerca de la nueva situación. Ellos conocen mi forma de pensar y sentir respecto a todo aquello que sea religioso y lo que lo rodea, por lo tanto, tenían muy claro que ninguna de las dos leyes nuevas que el gobierno aplicaría en el país tendría algún efecto negativo en mí. Solo querían saber cuál era mi sentir. Yo les expliqué que al principio llegué a sentir miedo, pero después de conocer con mayor detalle de que trataba todo esto, y de un largo rato de reflexión, había llegado a la conclusión de que seguramente algo bueno podría sacar de todo esto. Mis padres se quedaron atónitos ante mi respuesta, creo que no podían creer que su niña –como me llamaban ellos- no tuviera algún sentimiento más noble o algo parecido por todas aquellas personas que la iban a pasar mal. Se me hacia tarde para ir a la escuela, me despedí de ellos y salí a prisa.

Como era de esperarse en la calle había un gran caos. Manifestaciones en su  mayoría entorpecían el camino de muchas personas hacia sus trabajos y escuelas. Después de una hora más de camino hacia la escuela, llegué.Todo era diferente. Algunos alumnos abandonaban la escuela en grupos, custodiados por policías estatales y federales, con sus rostros llenos de preocupación, tristeza y lágrimas. Pude notar que algunos profesores y  demás trabajadores de la escuela, salían igualmente tristes con muchas de sus cosas guardadas en cajas.

Sabía lo que pasaba. Me dirigí a mi salón de clases como si nada. Al llegar a las escaleras del edificio había dos filas: una de hombres y otra de mujeres. Sin preguntar qué sucedía solo me forme y esperé. En grupos de 50 personas te llevaban a las salas audiovisuales –que eran las más grandes de la escuela- para hacerte algunas preguntas y comenzar a depurar gente. Obviamente las personas que profesaban cualquier religión sabían lo que les esperaba. Muchos preferían ahorrarse la humillación y salían sin decir nada. No lo sé, en ese momento pensé, que tal vez yo hubiera mentido, lo hubiera negado todo y seguiría en la escuela como si nada, pero debe existir un sentimiento muy fuerte en ellos hacia sus creencias que los hizo decidir otra cosa. Los compañeros que tenían alguna discapacidad física ni siquiera entraban a la escuela; algo que si considere un poco exagerado fue que hasta los compañeros que usaban lentes les hacían un examen para ver si era demasiado complicado su caso. Lo mismo que con los alumnos, se aplicaba con los profesores y trabajadores de la escuela.

Después de pasar con éxito las pruebas me fuí a mi salón de clases. Estaban muy diferentes, vacíos casi. Nos dijeron que esperáramos ahí hasta que terminara la revisión y  se decidiera como se iba a proceder.

Según nos mencionaron, esto se estaba aplicando en todas las escuelas y empresas públicas y privadas del país.

El Gobierno había anunciado que en cualquier momento avisaría que se iba a hacer con todas estas personas.

¿Tendría en mente más leyes como éstas?... Sólo espero que sigan sin afectarme a mí.


FINAL

3 comentarios:

  1. Muy buena entrada. Solo un error pequeño Gobierno es con mayúscula la (G)

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  2. leyes nuevas que el gobierno (nuevas leyes...)
    hacia(hacía)

    Buena entrada.

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